La empresa de inserción laboral «Troballes» se encarga de la recogida del textil en toda la diócesis al tiempo que crea puestos de trabajo para los que lo tienen más difícil.PdD
PdD / S. Riesco 26.07.2011
Cáritas Lleida trata de dar respuesta a los que menos tienen sin mirar el país de procedencia ni la religión que profesan.
Durante el último año la entidad caritativa y social de la Iglesia ha atendido a más de3.500 personas en sus distintos programas de atención social.
Una tarea que no hubiera sido posible sin el compromiso real de sus 70 trabajadores y, sobre todo, de los 500 voluntarios que regalan su tiempo y saber hacer en las 24 cáritas parroquiales que forman la red de esta iglesia local.
Empleo
El presupuesto es cada vez más limitado. La crisis ha reducido las ayudas de las instituciones públicas. Sin embargo, la generosidad de sus socios y donantes se estiran al máximo para dar respuesta a los dos problemas más importantes: la vivienda y el empleo.
El programa de empleo en Cáritas tiene nombre propio: Troballes.
Esta empresa de inserción laboral se dedica a la recogida, recuperación y reciclaje de ropa usada.
Durante el último año han contratado a 29 personas con dificultades o en riesgo de exclusión social.
Además de crear puestos de trabajo para las personas que lo tienen más complicado, Troballes acompaña y forma a cada uno de ellos para que encuentren trabajo en una empresa normalizada.
A través de la recogida, recuperación y reciclaje de ropa usada Cáritas apuesta por una economía solidaria, sostenible y a favor de las personas.
La tarea de Troballes es cada vez más conocida en la ciudad y la comarca. Sus 80 contenedores de ropa amiga son fácilmente reconocibles. Poco a poco la cultura de la recuperación del calzado, los juguetes y el textil va calando en la población.
Una nave en el antiguo cuartel militar de Lleida reconvertido a polígono industrial es el centro de operaciones de Troballes.
Cada año recogen casi 500 toneladas de ropa para su selección y tratamiento.
La vocación de Cáritas no es, exclusivamente, la ayuda a la subsistencia, sino que hace una opción por la formación, promoción e inserción en la sociedad de todas las personas que sufren algún tipo de marginación.
Ante una realidad donde el trabajo es un bien escaso debido al impacto de las nuevas tecnologías y de la transformación de la sociedad, mucha gente queda excluida del mundo laboral y, por tanto, de la sociedad.
La asamblea de Cáritas Diocesana de Lleida, ante la realidad de los roperos parroquiales, el exceso de ropa y la precariedad laboral de un sector de la población, aprobó, en octubre del año 2001, poner en marcha este proyecto sociolaboral.
Voluntarios
La aportación de los más de cien voluntarios es indispensable. Ellos se convierten en el modelo a seguir para los trabajadores con contrato de inserción.
Entre sus tareas están las de enseñarles a elegir la ropa y clasificarla, a poner lavadoras y secadoras, a coser y a planchar.
Pero el cometido principal de los voluntarios es, sin ninguna duda, acompañarles en la adquisición de hábitos y, sobre todo, crear un buen clima de trabajo.
Las empresas de inserción nacen como un instrumento para luchar contra la pobreza y la exclusión social. Son iniciativas que combinan la lógica empresarial con metodologías de inserción laboral.
Las reuniones formativas de los trabajadores con la orientadora laboral son habituales.
Hoy están aprendiendo a redactar una carta de presentación que acompañe su currículum.
Los trabajadores de inserción aprenden hábitos de trabajo y adquieren experiencia en empresas como Troballes, pero el objetivo no es que se queden aquí sino que consigan empleo en una empresa normalizada.
El éxito de la empresa de Cáritas en la creación de empleo y la inserción laboral es notable. Durante el último año han realizado 29 contratos a trabajadores con dificultades, han creado tres puestos de trabajo fijo a partir de los Planes Ocupacionales. Los datos nacionales son aún mejores. Una de cada cinco personas sin empleo que se acercó a Cáritas el año pasado encontró un trabajo. Por cada 2.000 euros que esta institución de la Iglesia invirtió en 2010 consiguió reinsertar en el mercado laboral a una persona y acompañar en diferentes itinerarios de búsqueda de empleo y programas de formación a otras cuatro. El mérito no es menor si se tiene en cuenta el perfil de los demandantes de empleo que se acercan a las diferentes Cáritas diocesanas y parroquiales. Se trata en su mayoría de mujeres inmigrantes entre los 25 y los 45 años con estudios básicos.
En números absolutos, de las 84.000 personas que solicitaron trabajo el año pasado, Cáritas logró insertar a 17.000, el 20 por ciento, con una inversión total de 33 millones de euros.
Empresas de inserción
Las prendas que los vecinos de Lleida dejan en los contenedores de ropa amiga no sólo crea puestos de trabajo sino que contribuye al cuidado del medio ambiente. El círculo de recuperación textil se cierra con la venta al público de productos de calidad en las cuatro tiendas de Troballes.
Las empresas de inserción cumplen una doble función: generan empleo y contribuyen a sacar de la exclusión social a colectivos que, de otro modo, caerían bajo la dependencia económica del Estado. Son aquellas empresas que emplean a minorías étnicas, personas con discapacidad física o sensorial, chavales con problemas de escolarización, mujeres maltratadas, ex toxicómanos, gente que ha salido de la cárcel o parados de larga duración.
El 90% de los empleados de inserción acaban saliendo al mercado laboral ordinario.
En total hay cerca de 200 empresas de inserción en España, donde trabajan unas 4.000 personas.
A pesar de que reciben subvenciones, generan retornos a las arcas públicas. Un estudio de la Obra Social de Caixa Catalunya de hace unos años calculaba que estos empleos ahorraban al Estado 28 millones de euros.
Las palabras de Benedicto XVI en su encíclica «Deus Caritas est» resumen perfectamente el trabajo que desempeñan trabajadores y voluntarios en Cáritas Lleida: «Se trata de seres humanos, y los seres humanos necesitan siempre
algo más que una atención sólo técnicamente correcta. Necesitan humanidad. Necesitan atención cordial».
Aquest es l’argumentari amb que Troballes ha estat protagonista, aquest diumenge dia 31 al programa Pueblo de Dios de TVE 2 amb el reportatge «Lleida con el empleo«
Repetició del programa «El Pueblo de Dios» el dia 5 d’ Agost (divendres) a les 11 hores per «La 2 de Television Española«
També podeu accedir-hi per veure’l en línia, l’enllaç es:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/pueblo-de-dios/pueblo-dios-lleida-empleo/1164774/